¿qué es un accidente de trabajo según la ley?
Un accidente de trabajo es toda lesión corporal que el trabajador sufre con ocasión o por consecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena. Esta es la definición que proporciona el artículo 156 de la ley general de la seguridad social (lgss). Dicho de una forma más sencilla, es cualquier daño físico o psicológico que ocurre por culpa directa del desempeño de tus funciones laborales.
La clave para que una lesión sea considerada accidente laboral es el nexo causal. Debe existir una relación directa de causa y efecto entre la tarea que estabas realizando y el daño sufrido. No importa si la tarea era habitual o esporádica, siempre que te la hubiera encomendado la empresa.
Esta conexión es la que determina si el sistema de la seguridad social activa las protecciones específicas para contingencias profesionales. Estas protecciones son más beneficiosas para el trabajador que las derivadas de una enfermedad o accidente común.
¿qué situaciones se consideran accidente de trabajo?
La ley amplía el concepto más allá de una simple caída en la oficina o un golpe con una máquina. Existen varias situaciones específicas que, aunque no ocurran en el puesto físico habitual, tienen plena consideración de accidente laboral. Es importante conocerlas para saber proteger tus derechos.
El accidente ocurrido en el centro de trabajo
Este es el supuesto más evidente. Incluye cualquier lesión que sufras durante tu jornada laboral y en tu lugar de trabajo. Abarca desde un resbalón en un suelo mojado hasta cortes, quemaduras o lesiones musculares al levantar peso. Incluso una crisis de ansiedad derivada de una discusión con un superior puede ser catalogada como tal si se demuestra la conexión con el trabajo.
El accidente in itinere
Se trata del accidente que ocurre en el trayecto de ida o vuelta entre tu domicilio y el lugar de trabajo. Para que se reconozca como accidente in itinere deben cumplirse cuatro requisitos. El trayecto debe ser el habitual, no debe haber interrupciones relevantes entre el fin de la jornada y el accidente, debe ocurrir en un tiempo prudencial y el medio de transporte debe ser el lógico o habitual.
El accidente en misión
Este tipo de accidente sucede cuando el trabajador se desplaza para realizar una tarea específica encomendada por la empresa fuera de su centro de trabajo habitual. Por ejemplo, si un comercial sufre un accidente de tráfico mientras se dirige a visitar a un cliente. Todo el tiempo que estás cumpliendo con esa misión está cubierto, no solo el desplazamiento.
Las enfermedades profesionales
Aunque no son un accidente súbito, las enfermedades contraídas como consecuencia directa de la exposición a riesgos laborales tienen la misma protección. Un ejemplo sería la sordera en un trabajador de una fábrica con ruido constante o una enfermedad respiratoria por inhalación de productos químicos. Su aparición es paulatina, pero su causa está en el trabajo.
¿cuándo no estamos ante un accidente laboral?
No toda lesión que ocurre durante la jornada de trabajo es considerada un accidente laboral. La ley establece exclusiones claras para evitar un mal uso de esta protección. Conocerlas te ayuda a tener unas expectativas realistas sobre tu situación.
La primera exclusión es la imprudencia temeraria del trabajador. Esto ocurre cuando el trabajador, de forma consciente y voluntaria, se expone a un peligro grave e innecesario, contraviniendo las normas de seguridad más básicas. Es diferente a la imprudencia profesional, que es un exceso de confianza pero sin intención de asumir un riesgo extremo, y que sí se considera accidente de trabajo.
Tampoco se considera accidente laboral aquel que se produce por fuerza mayor extraña al trabajo. Un ejemplo sería un terremoto o la caída de un rayo, siempre que el trabajo no te exponga a ese riesgo de forma específica (como un guardabosques en una tormenta).
¿qué pasos debo seguir si he sufrido un accidente laboral?
Actuar de forma correcta desde el primer momento es determinante para que tus derechos sean reconocidos. Si sufres un accidente, lo primero es mantener la calma y seguir un orden lógico en tus acciones.
- Comunica el accidente a tu empresa: informa a tu superior o al departamento de recursos humanos de lo ocurrido lo antes posible. Ellos tienen la obligación de registrar el suceso.
- Busca asistencia médica inmediata: acude a la mutua de accidentes de trabajo colaboradora de tu empresa. Es importante que expliques con claridad que la lesión ha sido por motivos laborales. Si la empresa no te facilita los datos de la mutua o la situación es muy grave, puedes acudir a la sanidad pública e indicar el origen laboral de la lesión.
- Guarda toda la documentación: conserva todos los informes médicos, partes de baja, recetas y cualquier otro documento relacionado con el accidente y tu tratamiento. Serán pruebas fundamentales.
- Vigila el parte de accidente: la empresa está obligada a cumplimentar y enviar un parte de accidente (el sistema delta). Asegúrate de que los hechos se describen de forma correcta.
¿qué obligaciones tiene la empresa?
La empresa no es un mero espectador en este proceso. Tiene responsabilidades legales muy claras que van desde la prevención hasta la gestión del propio accidente. Su principal deber es garantizar un entorno de trabajo seguro, evaluando los riesgos y proporcionando los equipos de protección individual (epis) necesarios.
Cuando un accidente ocurre, la empresa debe investigar sus causas para evitar que se repita. Además, tiene la obligación de notificarlo a la autoridad laboral competente en los plazos establecidos por la ley. Incumplir estas obligaciones puede acarrear sanciones administrativas importantes para la compañía, además de posibles recargos en las prestaciones.
En el plano económico, la empresa es la responsable del pago de la prestación durante la baja en la modalidad de pago delegado. Es decir, la compañía te paga y luego la mutua o la seguridad social se lo abona a ella. En algunos convenios colectivos, la empresa está obligada a complementar la prestación para que el trabajador no pierda poder adquisitivo durante la baja.
¿por qué necesitas un abogado laboralista si tienes un accidente?
Aunque el procedimiento parece claro, a menudo surgen complicaciones. La mutua puede considerar que tu lesión no es de origen laboral para eludir su responsabilidad. La empresa puede minimizar lo ocurrido o presionarte para que te reincorpores antes de tiempo. O puede que la valoración de tus secuelas no sea la correcta, afectando a tu posible indemnización.
Un abogado especialista en derecho laboral conoce a fondo la legislación y el funcionamiento de las mutuas. Te ayudará a recopilar las pruebas necesarias para demostrar la conexión de tu lesión con el trabajo. Se encargará de negociar con la mutua o, si es necesario, iniciar un procedimiento de determinación de contingencias para que se reconozca el origen profesional de tu baja.
Además, si del accidente se derivan secuelas, un abogado es la figura que puede calcular y reclamar la indemnización que te corresponde. Esto puede incluir una indemnización por lesiones permanentes no invalidantes o una pensión por una incapacidad laboral. Un asesoramiento adecuado marca la diferencia entre recibir lo que es justo o conformarte con mucho menos.
Si has sufrido un accidente de trabajo y la mutua cuestiona tu caso, o si la empresa no cumple con sus obligaciones, necesitas asesoramiento experto. En manuel barba abogados somos especialistas en derecho laboral en avilés (asturias). Defendemos tus derechos para que obtengas el reconocimiento y la compensación que te corresponden. Contacta con nosotros y evaluaremos tu situación sin compromiso.

